Florecer las zonas agrícolas

Existen un gran número de parcelas agrícolas abandonadas en estado de colonización de especies pioneras, ello supone una gran superficie de espacios paisajísticamente degradados, ecológicamente alterados y que suelen acabar en incendios o reclasificaciones urbanísticas. Mi propuesta se trata de adquirir maquinaria de siega y/o laboreo para progresivamente gestionar estas áreas como pasto y/o dehesa (con función paisajística) la vegetación que irremediablemente está ocupando y va a colonizar dichas superficies. Habría que asesorarse científicamente para promover la sustitución de especies para transitar la vegetación hacia una composición de pasto bajo y de flor y en algunos casos, incluso con arbolado agrícola-forestal (algarrobos, olivos, encinas, quejigos, almeces…) los cuales se desarrollan óptimamente en esta clase de suelos agrícolas, frescos y profundos.
La fórmula de gestión la cual pudiera permitir el acceso a terrenos privados, no la sé definir pero imagino una Ordenanza que obligue al mantenimiento adecuado, es decir con proyección paisajística (no solo desbrozar o labrar puesto que retrasa el problema y vuelve a iniciar el ciclo de colonización de especies no deseadas). Una empresa público-privada podría acceder a las parcelas no atendidas, mediante diversos procedimientos contemplados en esta Ordenanza: urgencia por seguridad ante incendios, procedimiento simplificado de ejecución subsidiaria, posibilidad de los propietarios de contratar a la empresa público-privada el mantenimiento y gestión paisajística de las parcelas con unas tarifas asequibles…
Esta acción tiene el potencial de poner en valor un enorme porcentaje de la superficie agrícola del municipio respecto al valor paisajístico-turístico, autoestima hacia el propio patrimonio, ecológico, biodiversidad faunística y florística, fomento de los espacios de paseo y de salud, prevención de incendios, vertido de residuos, entre otros